
El susto de mi vida
Estoy contenta de poder contar mi historia y lo mucho que he sufrido a lo largo de la pandemia. Todo comenzó en marzo cuando se empezaba a escuchar sobre el coronavirus, sin pensar que todo esto traería mucha tragedia para nuestras vidas y sobre todo para mi hogar.
Yo vivo en el este de carolina del norte y el tiempo que tengo aquí siempre lo e dedicado al trabajo del campo. Ees algo que me enorgullece pues tengo 3 hijos que dependen de mi completamente en el salvador ya que de ahi soy. Tengo poco tiempo de estar aquí en este bello país y cuando vine a vivir aquí llegue con la ilusión de trabajar para darle un mejor futuro a mis hijos. En nuestro país es muy difícil no hay las mismas oportunidades que se pueden encontrar aca. Veo que acá hay trabajo y comida y en El Salvador por eso se batalla a diario. Por eso decidí emprender mi viaje a Estados Unido.
Yo trabajaba en una empacadora de blueberry. Es uno de los trabajos que más he disfrutado pues para mi era una novedad estar enmedio de esas ricas frutas, y pues ya que me capacitaron para hacerlo y agarre practica para mi fue muy facil y ademas como me gusta no batalle nada para realizar mi trabajo.
Todo estaba bien. Usabamos mascarillas y guantes aunque era un poco incomodo trabajar tapada de la boca pero pues era mejor porque tenía mucho miedo contagiarme y poder llevar ese virus a mi familia. Las horas se empezaron a reducir considerablemente y de ahí empezamos a batallar para pagar los billes y para comprar nuestros alimentos. Solo Dios sabe cuanto se batalla diariamente para salir adelante en este país, que aunque hay muchas oportunidades también se batalla mucho para sacar el dinero que se necesita para mantener a nuestras familias. Había veces que solo se trabajaban 2 dias, 3 dias. Nada que ver con el tiempo de antes pues las temporadas pasadas lo que faltaba era tiempo pues metiamos 40-50 horas y esta vez solo metiamos 10 o a veces menos y pues con eso es imposible sacar adelante a mis hijos. Ellos están esperanzados a lo que yo les mando para que puedan vivir. Muchas veces me quede con un dólar en mi bolsa con tal de mandar el dinero suficiente para ellos.
No pense que con esto de la pandemia fuera a pasar algo. Pense que seria algo pasajero y ya vi que no, llegó para quedarse.
Un dia trabajando se me enredó una serpiente en mi mano no se cuando ni como solo se que cuando voltie ya la tenía enredada en mi brazo. Fue uno de los momentos más difíciles y con más miedo que e vivido en mi vida. Sentí que me iba a matar pues el animal estaba muy enojado. Los compañeros lograron quitarmela y cayó y se me enredó en mi pie y me lo comenzo a apretar. No se como la logre quitar pues mi mayor fobia son las serpientes. Cuando vi que cayó al piso y se fue logré descansar pero mi corazón no dejaba de latir. Estaba al mil por uno. El miedo se apodero de mi y a la vez la tristeza de pensar que pude haber muerto y pensar que iban a ser mis hijos sin mi. Gracias a Dios solo quedó en susto y el animal huyó.
De ahí me descansaron por falta de plantacion pues esta temporada no hubo mucho de donde agarrar y pues los rancheros tenían miedo que no se les vendiera nada. Creo que fue por eso que no plantaron mucho y pues eso nos afectó directamente a nosotros pues si no es por nuestro trabajo. No se podemos comer.
En mi natal Salvador yo había estudiado para hacer unas y pues a falta de trabajo en el campo. Decidí empezar a trabajar desde casa pues me canse de buscar trabajo y nunca pude. Consegui unas clientas para enseñarles la maravilla de uñas de acrílico que pongo y ya tengo dos meses trabajando en eso. Para mi esto es una entrada de dinero y gracias a eso he logrado juntar lo que les mando a mis niños por semana. Dios no me suelta de su mano y el me a dado mucho. Gracias a él no me he contagiado de este virus y diariamente le pido que no me deje sola que me de el trabajo necesario para no decaer y mantener mis amados hijos.
Ahorita ya estoy esperando que empiece la temporada para echarle todas las ganas y poder trabajar como solo yo lo sé hacer. Espero que este año nos vaya bien pues hay muchas familias que están esperando las temporadas en el campo. De ahí salen adelante y de ahí alimentan a sus familias. Fue un año difícil para todos pero nos llegó una gran enseñanza.
Cada que paso por donde me enredo, la víbora me da miedo pero a la vez le doy gracias a Dios que no me paso nada. Pero eso si la serpiente cambió mi vida dentro de la pandemia. Espero que en estos meses todo cambie yo si creo que cambiara todo. No será fácil pero no hay que perder la fe ante todo.