Mi Vida durante la pandemia - Sergio

Mi nombre es Sergio. Llevo radicando en Norte carolina por 15 años. Antes estaba en mi país en San Luis Potosí, México. Aquí antes trabajabo en los campos.

Cuando empezó la pandemia yo no pensé que algo me iba a pasar. Yo realmente creí que todo era mentira y no me cuidaba y no dejaba de salir. Es mas, creo que por eso Dios me castigo. A los pocos meses, en Julio, caí enfermo. No se como realmente pues como te digo yo seguía como si nada hubiera pasado entonces no se donde me enferme. Me sentí muy mal por casi 2 meses. No solamente no tenia la energía para salir de la cama pero tampoco quería tener los ojos abiertos. Por 2 meses lo único que hice era dormir. A veces comía pero solamente porque tenia que hacerlo. Hambre no tuve. Baje casi 15 kilos porque no comía.

Al pasar los 2 meses quise regresar a mi trabajo en los campos pero de las pocas horas que tenían todas ya estaban ocupadas. Todos querían ese mismo trabajo y como estaban haciendo como una fila, donde tomaban turnos con las pocas horas, pues yo tenia que esperar casi un mes para que sea mi turno para trabajar. Le conté a mi tío y el me ayudo conseguir un trabajo en la construcción y allí estoy trabajando ahora. Me gusta el trabajo porque allí hay muchísimo dinero y muchísimo trabajo. Pero si me cansa muchísimo ese trabajo. En el campo también me cansaba mucho pero me gustaba mucho las plantas y esta en aire libre entonces disfrutaba ese tiempo y el cansancio lo tomaba como el precio de tener esa libertad. Pues aquí en la construcción pues el precio del buen dinero que se gana es estar miserable y cansado. Me gusta este trabajo solamente por los amigos y si pasamos tiempo en la naturaleza pero no es como estar entre las plantas. Mis manos con muchísimas mas hacen edificios y carreteras y casas pero me daba emoción cuando solamente mis manos hacían crecer una hermosa planta. Pero pues ni modo. Como dice el dicho queríamos norte y ahora nada mas que aguantar.

Cuando pase la pandemia lo primero que quiero hacer es ir a la catedral en la cuidad de México y rezarle a mi padre celestial y darle las gracias por dejarme sobrevivir una pandemia tan horrible. También a la virgen maría por cuidarme a mi y ha mi hermosa esposa que nunca se canso de cuidarme cuando estaba enfermo. No me lo merecía. Realmente no me lo merecía pero estoy agradecido de poder vivir.

This story is part of a Agricultural Workers collection.