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Hola. Mi nombre es Carlota y he trabajado toda mi vida en agricultura. Trabajo en una granja de gallinas, antes trabajaba en la planta de [name redacted].
Al principio todo en mi trabajo estaba bien. Yo gracias a dios no me quede sin trabajo, pero las cosas se desarrollaron muy rápido y al poco tiempo de la noticia del virus ya había cambiado la vida completamente. Es muy estresante. Empecé a vivir con mucho estrés pensando que me puedo enfermar o se puede enfermar mi familia. Nos adaptamos a usar las mascarillas, pero al pesar de estar mas o menos protegidos todavía estaba preocupada. Ahora mis hijos están trabajando y estudiando de casa pues todo lo podían hacer en línea. Ya me tengo que preocupar mas por hacerles comida antes de irme a trabajar para que coman bien mientras yo este trabajando. Me estreso también porque ahora que estamos mas en casa se gasta mas dinero. Gastamos mas en la marqueta de cada semana, mas en la luz. Todos los gastos subieron y el dinero entrando bajo y que este año trabajamos menos y en vez de ahorrar el dinero gastamos nuestros ahorros.
Pues el nuevo normal es viento a todos protegidos y tapados con sus mascarillas. Al principio era fácil olvidar la mascarilla y ahora hasta dos están en la bolsa con gel antibacterial. Antes podíamos salir a cualquier lugar y ahora no podemos comer en los restaurantes. Cuando mis hijos cumplen sus años ya no le podemos hacer una comida como antes. No es lo que queríamos para festejar los cumpleaños de ellos. Ahora que solo 15 personas o menos pueden estar juntos tenemos que escoger con quien nos arriesgamos. Y por ejemplo mi hija se graduó de la universidad y no tuvo ni una ceremonia y no podíamos hacerle la fiesta como siempre soñábamos. Es un logro grandísimo, era nuestro sueño y no lo podíamos festejar como queríamos.
La comunidad se ve diferente por lo mismo. Todos estamos protegiéndonos y estamos espantados. No se ve tanta gente. También miedo que bastante gente a fallecido especialmente con familias que yo conozco y eso me da aún más miedo. Siempre le estoy pidiendo a Dios que esto se pase, que no se vaya tanta gente antes de su tiempo y que uno quede siempre con salud.
Pero desafortunadamente mi esposo se enfermó y estuvo mal por casi 3 semanas. Como él era el único en mi casa que se enfermó nos teníamos que cuidar. Yo ni podía dormir con el me tuve que dormir en otro cuarto. El no salía del cuarto y pues así un objeto o algo pues teníamos una mesita entre medio del cuarto y la sala. Casi no comía cuando estaba enfermo, pero siempre le dejaba los tres platos de comida al día en esa mesa. También si el tenía suficiente energía para ver el teléfono o algo así se lo poníamos en la mesa y el allí lo agarraba. También cuando ya se estaba curando él se sentaba en la cama con su mascarilla y yo al otro lado de la mesa con mi mascarilla y nos poníamos a hablar. Era una mesita vieja que nunca usábamos, pero mira que tanto nos sirvió la mesita. También mi hijo quería jugar con su papa entonces se puso los guantes y su mascarilla y en la mesa ponían el juego de cartas o domino o lo que era.
Creo y rezo y quiero que todo vuelva a nuestra realidad. Quiero tener la confianza de saludar a las personas con la mano o el abrazo sin tener miedo y sin pensar. Quiero poder abrazar fuertemente a mis papas que ya tienen más edad que no los puedo abrazar sin preocuparme que tal vez los voy a enfermar. Ojalá con la vacuna podamos tener la vida normal. Creo que poco a poco en unos años las cosas cambiaran como antes.