
Un H2A con estilo
Hola. Les contare un poco de mi vida. Yo vengo cada temporada a Carolina del Norte y para mi es una bendición porque con eso logró mantener a mi familia ya que soy padre de familia de 3 hijos y ellos y mi esposa dependen de mi.
Soy originario de México, tierra que me vio nacer y de la cual me siento orgulloso. Empezó mi temporada como cada año y llegue a este país con todas las esperanzas de salir adelante. Desde que vine para acá llegué con miedo pues el coronavirus nos tenía con temor de poder contagiarnos. Llegamos para el mes de marzo y en todo el trayecto vimos personas con mascarillas y pues desde que salimos en cada parada nos exigian usarla. Todo fue pasando y por fin llegamos a este hermoso país. Cuando llegamos vimos todo igual pero el ranchero nos dio una clase de lo que era la pandemia (para ser sinceros no entendí nada) pero todos bien emocionados de poder protegernos. La escuchamos de la mejor manera.
Por fin llegó el día de poder ir a trabajar y nos levantamos con toda la actitud y con el sueño de poder cobrar nuestro primer cheque. Llegamos al fill y nos empezamos a ir para donde nos correspondía. Fue muy molesto tener que trabajar con mascarilla pero lo hicimos. No nos quedaba mas y ademas nos queríamos proteger porque mi sueño era regresar sano y salvo y poder abrazar a mis amados hijos que son la luz de mis ojos. Por eso era que me protegía lo mas que yo pudiera.
Los días empezaron a pasar y cada vez era más notorio que no había tanta plantación como temporadas pasadas. Nuestro trabajo era muy escaso y nos decían que era porque no había mucha producción. Y era de esperarse pues este virus trajo muchas malas cosas a nuestras vidas empezando por eso por la falta de reducción en nuestro trabajo y pues con todo eso nuestras familias. Se vieron afectadas en méxico pues no podíamos mandar suficiente dinero
para que ellos se mantuvieran. Recuerdo las noches en que le llamaba a mi esposa y me suplicaba que me cuidara pues me decía que ella me necesitaba y mas mis bebes pues aun son muy pequeños. El futuro seguía su rumbo y todo seguía mal pues no había muchas horas y había que comprar comida aquí.
Me gustaban mucho los domingos pues son días que escucho la Palabra de Dios por la radio y eso me motivaba a seguir adelante cada día. Sentía yo que pronto pasaría todo y que todo quedaría como un mal sueño. Cada día que pasaba dentro del fill eran días de mucha incertidumbre pues no sabíamos el mañana. Pero el poco trabajo que había lo disfrutaba al máximo.
Me gusta mucho el trabajo en el campo. Es mi vida. Podría decir yo ya que ahí he dedicado una gran parte de mi vida a este maravilloso trabajo. Confío en Dios que pronto pase todo y podamos decir que vencimos al coronavirus aunque también veo que esto se quedará aquí para siempre y que tendremos que cuidarnos por siempre.
Llegué a mi lugar de origen y pude volver a ver a mi familia que era algo que tanto anhelaba. Nos seguimos cuidando para poder estar juntos por muchos años. Ya casi llega la hora de poder regresar a Estados Unidos y volver a empezar la gran travesía de cada temporada. Confío en Dios que esta temporada sea más útil para todos y que en el área del trabajo todo vuelva a la normalidad.
Confío en la vacuna. Espero que nosotros como trabajadores esenciales nos la pongan mas rapido ya que estamos en peligro constante. Tengo que aceptar que me llena de miedo el saber que me pueda hacer reacción pero también confío en Dios que hasta ahorita no me a soltado de su mano y se que sera de mucho éxito todo esto de la vacuna.