
Vivir con el temor
Soy originario de México y les contare mi travesía de México a estados unidos.
Cada temporada vengo aquí a Carolina del norte a trabajar. Duro seis meses en mi natal México y 6 meses en mi país adoptivo Estados Unidos, siempre vengo con muchas ganas de salir adelante, de trabajar y de poder mantener a mis hijos y mi esposa. La travesía para llegar aquí es muy difícil pues tenemos que despedirnos de nuestras familias y ahora con lo de la pandemia no sabríamos si volveríamos a verlas. Es difícil dejar a los niños y venirse para acá. Las caritas de tristeza de ellos las vengo recordando mientras vengo en el camion para venir para acá.
Yo me vine en Abril dispuesto a trabajar honradamente sin perder la esperanza de poder juntar un dinerito para terminar mi casa y terminar otras cosas de mi hogar. Sali y me despedí de mi familia y de mi esposa y mis hijos. Inicio la travesía como cada temporada. En todo el camino venia pensando como le iba hacer y lo mucho que iba a trabajar para cumplir mi sueno de terminar mi casa, fueron muchos los anhelos que traía. También me sentía contento de volver a ver a mis compañeros pues como estamos juntos la mitad de la temporada ya los veo como mi segunda familia.
Llegando aquí a Carolina del norte después de 3 días de camino sentado y muy cansado. Empecé a desempacar mis maletas y acomodar mi ropa pues pensamos que ya pronto empezaríamos a trabajar, pero no, empezaron a pasar los días y me puse muy triste y desesperado pues el trabajo no comenzaba. Nos decían que por la pandemia estaba retrasado todo, y si era verdad los campos no lucían como otras temporadas, todo se veía triste y sin vida, así también se veían nuestras esperanzas. Los días seguían su rumbo y nada se componía. Al contrario empeoraba todo. No podíamos ir a comprar comida. No podíamos salir como normalmente lo hacíamos. Los días se nos estaban pasando encerrados en la casa, La desesperación crecía cada día mas. Mi preocupación crecía cada día mas pues mi familia en México estaba esperando ansiosamente que yo les mandara dinero pues todos ellos dependen de mi. Solo se quedaron con poquito dinero y seguro ya eso se había acabado.
Pasaron 2 meses, aproximadamente en mayo empezamos a trabajar pero nada comparado a tiempos anteriores. Siento que hasta los cultivos sintieron la tristeza de lo de la pandemia pues estaban apagados y tristes también. Mi primera semana trabajada la mande completa a mi familia pues ellos lo necesitaban bastante y le pedí a Dios que me ayudara aquí pues ya no tenia nada de dinero para comprar comida pero ante mi familia me hice el fuerte, pues no querían que ellos se preocuparan por mi.
La temporada siempre dura 6 meses y esta temporada duro menos. En septiembre ya nos estábamos regresando a nuestro México lindo y querido, con las alas rotas pues no logre juntar nada de dinero como lo había pensado, ni ahorros para pasarla en México mientras se llegaba el tiempo de volver. Gracias a Dios no me contagie del virus ni tampoco mi familia, por esa parte estaba feliz de volverlos abrazar pues con estos tiempos no se sabe que iría a pasar. La incertidumbre y el miedo se apodero de todos nosotros pues habíamos llegado a este país, pero no sabíamos si volveríamos al nuestro pues cada vez la pandemia crecía mas y más. La verdad da mucho miedo contagiarse y vives con el temor de no volver a ver a tus seres queridos.
Quiero que todo vuelva a hacer como antes cuando disfrutábamos la vida en su plenitud y no vivíamos con el temor siempre. Es difícil usar la mascarilla, pero sabemos que es por nuestro bien y que eso ayudara a salvar nuestras vidas. Yo veo en un futuro todo resuelto, quedara como un mal día nadamás y en un futuro podre decir que vencí la pandemia y de la mejor manera. Creo 100% en la vacuna y confío en su efectividad, esto ayudara a salvar muchas vidas de eso estoy seguro.